El destino de hoy está dedicado a Fernando, quien está pasando por una fuerte gripe que lo alejó por unos días de sus actividades cotidianas.
En las imágenes podemos vislumbrar el Palacio de Taj Mahal, a orillas del Río Yamuna, en la India.
Este palacio es una de las más impactantes muestras de arquitectura mogola, combinando elementos arquitectonicos islámicos, persas, indios e incluso, turcos. Lo que más caracteriza la construcción, es el estilo romántico y sobretodo, su historia.
Sha Jahan conoció a su amada Arjumand en el bazar donde ésta vendía cristales. Según se cuenta, fue amor a primera vista, pero debió casarse dos veces y esperar cinco años antes de volver a ver a su amada. guidos
Arjumand pasó a ser conocida como Mumtaz Mahal, “la elegida del palacio”. Durante años fueron una pareja enamorada, que vivían el uno por el otro; ella era su acompañante fiel en todas sus campañas; él la colmaba de regalos, de detalles, de flores, de diamantes. Tras la muerte del emperador Jehangir, Sha Jahan ocupó el trono.
Fue en plena campaña militar en Burhanpur, cuando al nuevo emperador le avisaron de que el parto de su esposa se complicaba. Sha Jahan sólo tuvo tiempo de darle el último adiós.
Frente al fuerte donde se recluyó, visible desde todas sus ventanas, y al otro lado del río, mandó a construir el más impresionante Mausoleo que jamás mente humana pudiera concebir. Los mejores constructores, los mejores obreros, las mejores joyas, las mejores piedras y lo que cualquier persona pudiera desear para el lugar de reposo de su amada; incluso, se desvió el Yamuna para que el Palacio pudiera reflejarse en sus aguas. Y allí, tras dos décadas de construcción, en el 1648, fue enterrada su esposa Mumtaz Mahal.
Unos años después fue enterrado el propio emperador para cumplir la promesa que hizo el primer día de su historia: estar juntos hasta la eternidad.
Silencio, sin palabras 